sábado, 30 de abril de 2011

Mente irregular

Existen vientres irregulares, ovarios irregulares; existen mentes irregulares en igual proporción, a veces le bajan ideas a veces no; se estriñen, atoran, "quisquean" o como quiera denominar al acto de trancarse el mate.
¡¿Que si hay desangro mental?! lo dejo al criterio popular. Puedo darle una pista para que saque sus propias conclusiones; existe la hemorroide intelectual, la fuga de ideas, derrame, diarrea, flujo, bajada, etc. Todo esto para denominar la misma situación de perdida. El que invente toallitas o purgantes para mentes, será millonario... Esta patología de tipo crónica unisex, no hace distinción de genero, no discrimina...
Siguiendo los criterios diagnóstico podemos clasificar en: diarrea mental o estreñimiento mental.
Menarca mental o menospausia mental.
Es menester saber; son meras clasificiaciones. No se lo tome a pecho. Si tiene algún síntoma, préstele atención a Maradona o a cualquier famoso excéntrico y siga su ritmo de vida. Al final descubrirá que no está tan mal como pensaba.
No se olvide de tomar su pastillita de carbón, actimel, activia, infusiones no astringentes u otras infusiones que faciliten a la purgación según la patología o el síndrome base. Usted no es el unico enfermo. Si lee esto, sabrá que somos dos. Sobreviviremos. Se lo aseguro.

domingo, 24 de abril de 2011

La injustice est traversé par le quotidien

On console l'insuportable solitude du jour avec les affaires afin d'oublier l'angoisse de ne pas connaître le sens d'être. On écoule la vie sans découvrir pourquoi on perd les choses plus importantes en une seconde, pourquoi les choses qui font mal persistes plus que 10 fois dans le coeur et celle qu'on fait bien reste pour une courte période. On plonge sur l'injustice du quotidien pour accepter que l'on ne peut pas échappé à celes ci, on s'étouffe, on se résigne afin d'éviter de réfléchir. On soupçonne d'une conspiration de l'univers, mais on va jamais arriver à savoir quel fou a crée ce illogique réseau que l'on appelle vie quotidienne.

sábado, 23 de abril de 2011

Saltando la cuerda con el cordon umbilical (Dramaturgia)



ARGUMENTO
Un maestra estricta, escrupulosa, moralista y ciclotímica lee un cuento a los niños. Los personajes del mismo toman vida en los diálogos. Cuando los personajes callan, se escucha el relato de la maestra. La historia que cuenta la maestra es ligeramente distinta a la que actúan los personajes del cuento. Los niños la escuchan atentamente. A toda costa la maestra intenta “desexualizar” los personajes de la historia. Cuando termina de leer el cuento propone jugar al arroz con leche; los niños aceptan gustosos. Los varones arman un círculo, toman sus manos y cantan la primera parte del arroz con leche. Las niñas arman un círculo separado y cantan la otra parte. Las mujeres escogen a una pareja del mismo sexo y se retiran de la escena tomadas de las manos. Los varones terminan inmóviles y en círculo. La maestra queda fuera. Maldice a los niños por ser rebeldes al sistema educativo.

DIDASCALIAS

MAESTRA
Personaje: Andrógino hombre, maquillado para acentuar rasgos de mujer. Cara ligeramente blanca. Peinado prolijo y engominado.
Rasgos de carácter: impaciente, exigente, agresivo, depresivo, obstinado, rígido, moralista, escrupuloso, preocupado por el orden y cosas insignificantes. Prolijidad en las palabras, con expresiones que intercalan la dulzura, severidad y violencia. Mientras relata el cuento relaja su voz y habla pausado, con calma y con dulzura.
Vestimenta: vincha blanca, guardapolvo de maestra jardinera a cuadros o rayas de color blanco y negro, sin mangas. El personaje no debe llevar nada arriba más que el guardapolvo. Pantalones negros y calzados negros.

ALUMNOS
Mujeres: maquilladas levemente para acentuar rasgos femeninos. Peinado de trenzas, cola de caballo o dos colas en los costados, atado con cinta color blanco. Deben tener aspecto prolijo.
Varones: maquillados levemente para acentuar rasgos característicos masculinos. Peinados prolijamente con raya al costado y engomidados.
Rasgos de carácter: depresivo; pocos expresivos, serios, prudentes, poco activos, obedientes, dóciles, austeros, sensibles a las amenazas, sumisos y temerosos a la autoridad.
Vestimenta mujeres: camisa blanca, un moño hecho con cinta color negro, pollera blanca debajo de rodillas, medias blancas y calzados blancos. Anteojos grandes o pequeños. Cinta color negra en el brazo.
Vestimenta varones: camisa blanca, corbata negra, pantalón negro con tirantes y calzados negros. Anteojos grandes o pequeños. Cinta negra en el brazo.

CONTINENTE
Personaje: asexuado, enamorado de Luna Aceituna. Maquillaje según rasgos de personalidad.
Rasgos de personalidad: obstinado, enamoradizo, sentimental, sensible, idealista, histriónico.
Vestimenta: mameluco marrón y/o verde con animalitos y dinosaurios de papel adheridos.

OCÉANO
Personaje: asexuado, celosa de Luna Aceituna, ya que Continente se encuentra perdidamente enamorado de Luna aceituna y no de ella.
Rasgos de personalidad: envidiosa, ponzoñosa, entrometida, chismosa, celosa, intolerante al rechazo.
Vestimenta; mameluco verde con pescaditos, corales y adornos de mar.

AMÉRICA
Personaje: mujer joven, hermana menor de Europa y esposa de la Cigüeña. Sometida a sus caprichos. Maquillaje adecuado a personaje.
Rasgos de personalidad: amable, educada, reactiva, revolucionaria, descontenta, alegre, vital. Pedazo de Continente. Esposa de la Cigüeña. Madre de Norte América, Centro América y Sud América.
Vestimenta: vestido estilo aborigen, coronilla de hojas, descalza.

EUROPA
Personaje: mujer madura, manipuladora. Pedazo de Continente. Hermana de mayor de América y partera.
Rasgos de personalidad; sádica, manipuladora, exigente, egoísta, promiscua, carácter fuerte, impetuosa, violenta, agresiva.
Vestimenta: vestido de mujer madura de clase social alta. Peinado estilo antiguo.

CIGÜEÑA
Personaje: hombre maduro, bien vestido que aparenta ser de una clase alta. Esposo de América. Padre de Sud América, Centro América y Norte América.
Rasgos de personalidad: vanidoso, seductor, educado, prolijo, maduro, impecable, romántico, violento, no tolera ser rechazado, dañino, orgulloso, fanfarrón.
Vestimenta: traje negro, galera, calzados negro, bastón. Mostacho retorcido.

NORTE AMÉRICA
Personaje: niña rica y mal criada. Maquillaje adecuado al personaje. Hija de la Cigüeña y América. Hermana de Centro América y Sud América.
Rasgos de personalidad: caprichosa, ambiciosa, egoísta, atrevida, mentirosa, usurpadora.
Vestimenta: vestido de niña rica.

CENTRO AMÉRICA
Personaje: niña alegre y risueña. Maquillaje adecuado a personaje. Hija de la Cigüeña y América. Hermana de Norte América y Sud América.
Rasgos de personalidad: risueña, simpática, vital, encantadora, amable, juguetona.
Vestimenta: vestido de niña de clase media.

SUD AMÉRICA
Personaje: niña ingenua y soñadora. Maquillaje adecuado a personaje. Hija de la Cigüeña y América. Hermana de Centro América y norte América.
Rasgos de personalidad: ingenua, soñadora, simpática, vital, inocente, encantadora, amable.
Vestimenta: vestido de niña de clase media.

MÉDICO
Personaje: hombre maduro con pinta de carnicero. Cirujano. Quiere tener una aventura con Europa.
Rasgos de personalidad: meticuloso, influenciable, serio, escrupuloso, irascible, moralista, irritable, religioso, exagerado.
Vestimenta: delantal de carnicero, sin remera debajo, pantalón, botas blancas, gorro de carnicero. La vestimenta debe estar manchada con un poco de sangre.

SECRETARIA
Personaje: mujer eficiente e intelectual. Maquillaje adaptado a personaje. Secretaria del Médico.
Rasgos de personalidad: eficiente, intelectual, ordenada, meticulosa, prolija, exagerada, perfeccionista, expresiones torpes.
Vestimenta: saco negro, camisa blanca, pelo recogido y prolijamente atado, anteojos grandes, pollera negra, tacos.

ARGENTINA
Personaje: adulto bebé sumiso. Hija de Sud América. Maquillaje adaptado a personaje.
Rasgos de personalidad: valiente, juguetón, vital, fuerte, reservado. No llora por los golpes recibidos.
Vestimenta: pañal grande. Soga atada a su panza.
 
La acción transcurre en la salita rosada del jardín
“La sonrisa con medio comedor”

ACTO PRIMERO
ESCENA PRIMERA
 
(La maestra entra a la escena cargando libros. Los alumnos entran por otro sector del escenario y se paran frente de la maestra)

MAESTRA. - Buenos días alumnos.
ALUMNOS.- (Responden todos juntos) Buenos días señorita mantantero lirula.
MAESTRA. - Formen uno al lado de otro, el que sale de la fila, con rigor será castigado. ¿Se dan cuenta? La prolijidad es la perfección del contenido (Los alumnos forman filas). Sentados, columna recta, en posición de 90 grados mirando hacia el frente; las niñas cierren las piernas, los varones usen corbata. ¡Manos sobre los pupitres! (Los alumnos toman asiento en sillas imaginarias. La maestra comienza la inspección) Hoy, como todos los martes, voy a hacer la inspección de uñas; no quiero encontrar un solo grano de tierra en sus cutículas. Sus cabellos deben estar prolijos y peinados acorde al reglamento del establecimiento; ni un piojo debe caminar por sus cabezas. ¿Qué es ese olor? ¿Alguien está pensando algo que no debe pensar? (Los niños miran a un punto fijo, callados e inmóviles) Para pasar de la salita blanca a la negra, sus ideas tienen que coincidir con las de la institución. ¿Está claro?
ALUMNOS. – (Responden todos juntos) Sí señorita.
MAESTRA. – Antes de pensar o decir algo deben recordar: “lo que no se sabe no se pregunta. Si tienen duda, la ignoran; es mejor sentir culpa por no preguntar y no ser culpables de preguntar insensateces” ¿Entienden?
ALUMNOS. – (Responden todos juntos) Sí señorita.
MAESTRA. - ¿Qué hora es? Son las 9:30 con 30 segundos. ¡Qué horror! ¡Se me pasaron 30 segundos! ¡Qué desgracia! (Para sí misma) La directora no debe enterarse, sino me sancionará. (Hacia los alumnos) Es la hora de la lectura. Voy a leerles un cuento; mantengan los oídos limpios, los ojos cerrados, los brazos quietos, las rodillas dobladas y la boca inmóvil. Está prohibido mirarse, hablarse, reírse; cualquier movimiento distinto a las reglas implementadas según el artículo 3, incisos 4, párrafo 5, tendrá su consecuencia punitoria según la gravedad del acto. (Para sí misma) Pondré la alarma en el reloj para no pasarme de hora. Si no llego al final del cuento, inventaré uno.

(La maestra prepara la alarma del reloj. Los niños se retiran de la escena).

ACTO SEGUNDO
ESCENA PRIMERA

(La maestra es la única que queda sentada en una silla en la parte anterior izquierda del escenario. Cuando relata el cuento se levanta sosteniendo el texto entre las manos y deambula por el escenario. Al terminar su relato, vuelve a tomar asiento. Pasa a segundo plano. Inmediatamente, los personajes toman vida e interactúan.
La letra en cursiva pertenece al relato de la maestra. Mientras la maestra cuenta la historia, los personajes del cuento están fuera de escena –con algunas excepciones-. Cuando la maestra calla, los personajes entran a escena. La maestra deambula y relata).

Había una vez, en lo más lejano de lo menos cercano, sumergida en agua envasada en un frasco de cristal herméticamente cerrado, exhibido en una góndola, una aceituna llamada Tierra. Nadaba en el líquido ingrávido junto a otras aceitunas amarradas con hilos invisibles al dedo índice del que les daba movimiento orbital. Se atraían y repelían; se amaban y odiaban; se miraban e ignoraban. Misteriosamente todo estaba relacionado. Cada aceituna era necesaria en el frasco. Si alguna faltaba, el sistema de marionetas colapsaría, pues el equilibrio dependía de la armonía total.
En su superficie vivía en plenitud un monstruo solitario llamado Continente. Sus patas le permitían desplazarse felizmente de una punta a la otra, siguiendo la ruta marcada por el cálido meridiano. Durante el día asoleaba su deforme figura. Por las noches desafinaba canciones románticas a Luna aceituna. No era el único ser que habitaba el extraño planeta: encadenado a su cuerpo vivía Océano, un monstruo de agua. Sus vísceras eran de peces, corales, algas y otras cosas raras.
Océano estaba perdidamente enamorado de Continente, pero Continente tenía ojos sólo para admirar el resplandor de Luna aceituna.

(La maestra toma asiento. Océano y Continente entran a escena. Océano mira hacia el cielo, contemplando a Luna aceituna).

OCÉANO. - ¡Qué tanto miras a Luna aceituna! ¡¿Qué sobra en ella que en mí falta?! (Zamarrea a Océano para que reaccione).
CONTINENTE. - Es evidente. Sus poros destilan luz y sensualidad. Puede explicar lo inexplicable hablando desde el silencio. Es su silencio el que inexplicablemente abotona sentimientos extraños en mi corazón. (Suspira de amor. Presta poca atención a Océano).
OCÉANO. - ¿De qué hablas? Yo también puedo explicarte el silencio. (Se tapa la boca).
CONTINENTE. - ¿Qué haces?
OCÉNAO. – Te estoy explicando el silencio desde el silencio.
CONTINENTE. – No es lo mismo. Solo lo entiendo cuando Luna aceituna me lo explica.
OCÉANO. – Me han dicho que su luz no es verdadera, sino el reflejo de Sol aceituna. Es una mentira adherida a la sabana sideral. No te engañes, ella no es lo que parece. Es un círculo de engaños y medias verdades.
CONTINENTE. -¿Y tú que sabes? Desde que te conozco lo único que haces es criticarla. Es tan redonda, tan perfecta… aullaría poemas atrevidos para ganar su corazón.
OCÉANO. - (Hacia sí misma) ¡Estúpido! ¡Ciego eres!; ¡estoy perdidamente encontrado en ti, bates mi cabeza a punto nieve y lo ignoras! (Hacia Continente) Me molestan las aceitunas falsas, ella es una. Escúchame, no seas obstinado. ¡Mírala! Hoy está llena, sí, llena de apariencias. ¿Crees que es perfecta? Si, es perfecta. Una perfecta mentira. La bajaría a hondazos.
CONTINENTE. - No te escucho nada. La envidia habla por ti. Vete y déjame solo, pues mi alma desea dejar mi cuerpo y volar hacia el centro de gravedad de sus ser. (Pantomímica de volar hacia el cielo)
OCÉANO. – ¡Gravedad es lo que tiene tu cabeza! ¡¿Quién te has creído?! ¡Indispensable no eres en mi vida! Los dinosauros que tienes caminando en tu piel como garrapatas no dejan que pienses con claridad. Yo te voy a acomodar las ideas.
(Océano y Continente comienzan a forcejear).
CONTINENTE. - ¿Qué haces? ¡¿Acaso perdiste un bulón?!
OCÉANO. – Yo te voy a enseñar que el agua no se mastica. ¡Reacciona! ¡Entiende que su brillo no es real! ¡Admítelo! Te dejaré en paz cuando lo admitas.
CONTINENTE. - ¡Nunca admitiría semejante blasfemia! ¡Déjame en paz loca trastornada!
(Océano y Continente pasan a segundo plano).

ESCENA SEGUNDA

(La maestra se pone de pie. Camina por el escenario relatando).

Océano encolerizó tanto, pero tanto, que no midió la fuerza con la que golpeó a Continente. Tan fuertes fueron los impactos en su cuerpo, que dividió a Continente en 5 pedazos deformes. Océano pidió disculpas, pero nada podía remediar: 5 partes de su cuerpo navegaban sin timón, esparcidas en la superficie de la Tierra Aceituna.
Océano bautizó a las partes desprendidas de Continente cómo: América, Europa, África, Oceanía y Asia. Desde ese momento, Continente dejó de ser unidad y comenzó a vivir por separado. Los pedazos desprendidos olvidaron la unidad de su origen, ignorando el lazo de sangre fluyendo en sus venas.
Europa y Asia eran las hermanas con mayor poder, mientras Asia, a pesar de tener temperamento fuerte, no se entrometía en la vida de sus otras hermanas; en cambio Europa manipulaba a las demás según su conveniencia. África era la más vieja y, por lo tanto, la más débil. Ella no se metía con nadie. América y Oceanía eran las más jóvenes y, como todo joven, eran influenciadas por las hermanas mayores.
Europa necesitaba que América tenga hijos. Quería ser tía. Además una familia más numerosa era una familia con más posibilidades. Invitó a América a merendar chocolate con churros –merienda favorita de América- con el propósito de convencerla. Pasaron una tarde agradable entre carcajadas, chocolatada y churros.

(La maestra toma asiento. Europa y América están sentadas y merendando).

EUROPA. – Cómo te decía; nuestra familia necesita expandirse, agrandarse, proyectarse. ¿Has pensado en la posibilidad de quedar encinta? Eres la única hermana que todavía no tuvo hijos. ¿Qué opinas? Sólo tres. Ni uno más, ni uno menos.
AMÉRICA. – No lo he pensado.
EUROPA. - ¡Piénsalo! Son maravillosos: gatean, se ensucian, te ensucian; lloran, te hacen llorar; babean, te hacen babear. ¡Todas quieren uno! ¡¿Qué esperas?!
AMÉRICA. – ¡Me tomas por sorpresa! Dame tiempo para pensarlo.
EUROPA. – ¿Tiempo? ¿Para qué? Eres una mujer decidida. No hay tiempo ¡Decídete ya! No acepto un no por respuesta.
(América hace silencio y piensa)
EUROPA. - ¿Miedo a qué tienes?
AMÉRICA. - No tengo miedo.
EUROPA. - ¡¿Entonces?!
AMÉRICA. - ¿Quién se hará cargo de mis hijos? ¿Quién los educará?
EUROPA. - Tengo 45 hijos que gustosamente se harían cargo de los tuyos. Mañana a primera hora te mandaré la cigüeña repartida en tres carabelas. Presta atención: responden al nombre de La Niña, La Pinta y Santa María. Las recibirás con los brazos abiertos, sin poner resistencia. Harás un trueque. Cambiarás tristeza por felicidad, prisión por libertad, dolor por alegría…
(América interrumpe)
AMÉRICA. - No necesito hijos, me siento bien así como estoy. ¿Es que no lo entiendes?
EUROPA. – (Levanta la voz) Mañana, a primera hora, llegará la cigüeña y quedarás encinta. Tendrás tres hijas. Las llamarás: Norte América, Centro América y Sud América. No lo estoy sugiriendo, lo estoy ordenando. Punto final. (Se tranquiliza) Cambiando de tema ¿Te vas a comer ese pedacito de churro? Porque quedé con hambre.
ESCENA TERCERA

(La maestra se pone de pie. Camina por el escenario relatando).

A pie de letra se cumplieron las palabras de Europa. La cigüeña llegó repartida en las tres carabelas; desembarcó y, sin espera alguna, fue en busca de América para hacerla feliz. Cuando América vio llegar a la Cigüeña se refugió en las cordilleras detrás de los montes, al costado de los glaciares. La Cigüeña llevaba una rosa silvestre en sus manos para ablandar el corazón de América. Caminaba con actitud cortés y amistosa. Era la cigüeña más apuesta y fina entre las cigüeñas. En la Tierra Aceituna no existía otra igual. Recorrió hasta el último vértice hasta encontrar a América. Como saben, estaba escondida en la cordillera detrás de los montes al costado de los glaciares. Puso sus rodillas en el piso, la flor en su boca, el corazón en sus manos y propuso matrimonio a América como el caballero que era. Ante sincera declaración, América lloró de emoción; sintió la flecha de Cupido atravesando su pecho de mujer sensible. Fue conquistada por el fino aroma de la rosa y las buenas intenciones de la Cigüeña.

(La maestra toma asiento nuevamente. La cigüeña entra en escena con tres barquitos de papel en las manos. Recorre el escenario haciéndolos volar de un lado a otro, produciendo ruido de olas, hasta dar a entender que llegó a tierra firme).

CIGÜEÑA. – ¡Tiren anclas, enrollen velas y desembarquen! (Cuando pone el pie en “tierra” firme, tira los barquitos) ¡Oh América! ¡Dulce, dulce, dulce, dulce América! ¡¿Dónde estás?! (Llama a América, silbando, como buscando a un perrito) Sal de donde estás. Soy el galán que vino a conquistarte. (Saca su bastón)
AMÉRICA. – (Habla hacia sí misma) ¡Aquí estoy segura! ¡No me encontrará! Eso espero. No es justo, era tan feliz antes de la llegada de este espantapájaros (Se esconde en cuclillas y tirita de miedo).
(La Cigüeña recorre el escenario varias veces. Golpea con el bastón la palma de la mano contraria hasta encontrar el escondite de América)
CIGÜEÑA. – Los caprichos son los principales obstáculos de las relaciones, entiéndelo cariño mío. Fluye como el rio y déjate llevar por el frenesí del amor. No te prives de amarme. Lo inevitable viene a fundirse en tu vientre y abrazarte con descendencia. ¿Dónde está América? ¿Por qué te escondes? (Lo dice irónicamente, porque encontró su escondite). ¡Aquí estás amada mía! ¿Por qué te escondes? (Hacia a América).
AMÉRICA. – ¡Déjame en paz! ¡No quiero ser tu esposa! (Grita y corre despavorida escapando de la Cigüeña que la persigue).
CIGÜEÑA. – Vine a comprar la razón, a timar la voluntad y a vender pasiones tercas. Permíteme enmudecer tus gritos de terror, anestesiar tu dolor con esperanza. Déjame enseñarte a ser feliz. Te amaré hasta que la muerte nos separe (muestra el bastón).
(La persecución continúa. La Cigüeña alcanza a América)
AMÉRICA. - ¡Déjame! ¡Déjame! ¡No me toques! ¡No quiero! ¡No quiero! (Forcejean).

ESCENA CUARTA

(La maestra se para y continúa el relato).

Inútiles fueron los intentos de huir de América, pues la Cigüeña era dueña de su libertad y de su corazón, al igual que de su vida. Juntos construyeron un porvenir algodonado de futuro incierto, amor infinito e inagotables risas irónicas. El amor que latía en sus almas era verdadero, como la felicidad portada en sus caras. Ese amor se convirtió en una bella mariposa. Sus alas arcoiris eran perfectas, le daban velocidad incomparable. América y Cigüeña montaban la mariposa y volaban sobre las cordilleras, glaciares, penínsulas y lagos. El tiempo les mostró que sus vidas carecían de sentido alguno sin la compañía del otro. Ello los impulsó a contraer matrimonio, primero por civil y luego por iglesia. La mariposa y Europa fueron las damas de honor, las testigos y las madrinas de su casamiento.
Cuando todo estuvo en regla, se prepararon para tener hijos. La mariposa se posó sobre el vientre de América y la bendijo con trillizas, las que bautizaron como Norte América, Centro América y Sud América.

ACTO SEGUNDO

ESCENA PRIMERA

Un tiempo después…
La Cigüeña sintió que a su familia le faltaba algo. Veía que sus hijas no eran felices. Descubrió que su esposa consultaba a escondidas con un abogado especialista en divorcios. Evidentemente, su matrimonio estaba en crisis. Jamás habría imaginado que mantener una relación conyugal era tan complicado. No se trataba de ser encantador, pues el despotismo y el rigor fortalecían la resistencia. Iba más allá de conformar voluntades, de sofocar gritos de libertad, de cambiar la verdad por pomposas nubes. América quería divorcio. Si la Cigüeña no hacía nada al respecto, la iba a perder para siempre.
Para salvar su matrimonio, la cigüeña fue al mejor bazar de la Tierra aceituna a comprar obsequios para toda la familia. De esa manera iba a demostrarles cuanto los quería. Compró pintorescos bebés souvenires comestibles. A Norte América le dio 3 hijos, a Centro América 11 y a Sud América 13. Para América le compró algo muy especial, algo que iba a reconquistar su amor: compró un gran moño hecho de cinta color rojo y se la puso en la cabeza. Con esto, la Cigüeña quería simbolizar que el regalo más costoso no tenía valor comparado con el marido que estaba a su lado.

(La maestra toma asiento nuevamente. La Cigüeña entra a escena con los souvenires. Norte América, Centro América y Sud América están jugando).

CIGÜEÑA. – Miren lo que les trajo su papi de regalo.
NORTE AMERICA. – ¿Qué nos trajiste, papi? ¿Por qué tienes un moño en la cabeza? Eres un ridículo.
CIGÜEÑA. – ¿Dónde está América?
NORTE AMÉRICA. – Está trabajando.
CIGÜEÑA. – ¡Ah! ¡Ya veo! Quería sorprenderla. No importa, luego le daré su regalo. Para demostrarle el amor que les tengo, les compré regalos. Adivinen que les traje.
CENTRO AMÉRICA. -¿Un triciclo?
CIGÜEÑA. – No. Frío, frío.
NORTE AMÉRICA. - ¿Un cuatriciclo?
CIGÜEÑA. - ¿De dónde quieres que saque el dinero para comprarte un cuatriciclo?
NORTE AMÉRICA. – No te pedí un auto cero kilómetro, sino un mugroso cuatriciclo. Miserable y tacaño eres. Si trabajaras, podrías comprarnos uno a cada una.
CIGÜEÑA. – ¿Pero qué dices mocosa? ¡Trabajo como un esclavo haciendo trabajar a la holgazana de tu madre! ¿Así me lo pagan? ¡Ingratas! Ya lo decía mi padre: cría cuervos y te comerán los ojos.
SUD AMÉRICA. – No le hagas caso papá Cigüeña ¡¿Qué nos trajiste?
CIGÜEÑA. – Adivina princesa.
SUD AMÉRICA. - ¿Una muñeca?
CIGÜEÑA. – Tibio, tibio. Les diré; compre unos bebés comestibles.
NORTE AMÉRICA. - ¿Para qué compraste bebes? ¿Estás insano?
CENTRO AMÉRICA. – No le hables así a papa Cigüeña.
CIGÜEÑA. – Norte América, te daré solo tres bebés; Centro América, trece bebés; Sud América, once bebés comestibles.
(Las hermanas toman los bebés de la mano de la Cigüeña).
NORTE AMÉRICA. - ¿Por qué ellas tienen más bebés que yo?
CIGÜEÑA. – Porque eres ambiciosa y egoísta. Aprende a respetarme y tendrás más de mí.
SUD AMÉRICA. – ¡Gracias papá Cigüeña! ¡Eres un tierno y el mejor papá Cigüeña de toda la Tierra aceituna!
(Centro América y Sud América abrazan a la Cigüeña. Norte América se retira enfadada).

ESCENA SEGUNDA

(La maestra se para y continúa el relato).

Sud América vio discutir a su papá Cigüeña y a su mamá América. En su ataque de angustia, se comió los trece bebés comestibles sin masticarlos, se desmayó y la llevaron al CAPS más cercano. Inmediatamente, la derivaron al Hospital aceituna más cercano. La internaron con suero y le diagnosticaron empacho por atracón con bebés comestibles. Para asegurar el diagnóstico, el médico mandó a hacer una radiografía. El resultado sorprendió a todos: Sud América alojaba un bebé en su panza.

(La maestra toma asiento nuevamente. El Médico entra en escena. Sud América está acostada en una camilla. El Médico revisa a Sud América).

MÉDICO. – Buenos días Sud América ¿Cómo amaneciste?
SUD AMÉRICA. – Un poco cansada, tengo nauseas pero tengo ganas de comer chocolates ¿Es normal en el empacho por atracón de bebés comestibles?
MEDICO. – Precisamente de eso quería hablarte ¿Leíste los efectos secundarios del paquete de bebés comestibles?
SUD AMÉRICA. – No lo hice. ¿Algún problema, doctor?
MÉDICO. – Los efectos secundarios son la letárgica, las náuseas y los antojos.
SUD AMÉRICA. - ¿Antojo dijo usted? ¿Eso lo tienen las embarazadas?
MÉDICO. - ¡Exacto! Son síntomas secundarios de un embarazo.
SUD AMÉRICA. - ¿Estoy embarazada? ¡¿Cómo pudo pasar?!
MÉDICO. – Pues bien: los bebés comestibles inducen a embarazos ¿Cuántos comiste?
SUD AMÉRICA. – Déjeme recordar (Cuenta en voz alta). Trece en total.
MÉDICO. - ¿Comiste trece bebés comestibles?
SUD AMÉRICA. – Así es.
MÉDICO. – Felicidades, serás madre de trece hijos.
SUD AMÉRICA. - ¿Trece bebés tengo alojados en mi vientre?
MÉDICO. – No podrías tener tantos bebés en tu panza. La naturaleza es sabia. Todos los bebés que comiste estarán en lista de espera. Gestarás uno por vez. Cuando nazca uno, se gestará otro. Así sucesivamente, ¿entiendes?
SUD AMÉRICA. – Sí, doctor.

ESCENA TERCERA

(La maestra toma asiento nuevamente)

Entre los 13 hijos de Sud América se encontraba Argentina. Argentina era un estado. Sí, un estado de ánimo difícil de entender. Su nacimiento aflojó el tornillo más importante de su cabecita, el de la coherencia. Padecía chifladura crónica, delirio de aftosa, fiebre aviar y síndrome de la vaca loca. Contracciones y dilataciones escasas acompañaron a la inflamación de pochola de la señora Sud América. La llevaron a quirófano para hacerle una cesárea. Sud América estaba tranquila, ya que la intervención quirúrgica estaba en manos del mejor cirujano de la Tierra aceituna.

(La maestra toma asiento nuevamente. Sud América está acostada en una camilla, abriendo las piernas. El Médico y Europa miran sus genitales atentamente e intercambian opiniones).

MÉDICO. – ¿Tu qué dices, Europa? Todavía está muy cerrada.
EUROPA. – (Hacia el médico) Le falta un poco de dilatación. (Hacia Sud América) ¿Puedes hacernos un favor, Sud América?
SUD AMÉRICA. – Estoy con las piernas abiertas y desnuda. No sé en qué puedo serles útil.
EUROPA. - ¿Podrías dejar de contraerla?
SUD AMÉRICA. - ¿Crees que lo hago intencionalmente?
EUROPA. – No lo creo. Estoy segura. Si te resistes será peor. Si sigues contrayéndola, vamos a tener que abrirte el vientre para sacar al bebé.
MÉDICO. – Relájate y dilata. No lo hagas más difícil. Respira profundo. Imita mis movimientos.
(Hacen ejercicios de respiración).
MÉDICO. - Inhala, exhala. Inhala, exhala.
(Repiten el ejercicio varias veces).
SUD AMÉRICA. – Culpa mía no es. Cuando se cierra, difícil es abrir. Cuando se abre, más difícil aún es cerrar. Traigo vida en mi vientre y un desprolijo bosquejo de felicidad en el futuro. No es fácil dilatar. Sería entregar lo que llevo dentro al dolor de vivir en el mundo.
EUROPA. – ¡Calla! ¿Comiste hongos de la puna? Estás delirando.
MÉDICO. – No quiero esperar. Vamos a hacerle una cesárea. Terminemos rápido con esto. Pásame el escalpelo. El procedimiento es el siguiente: haré una inquisición desde el cuadrante abdominal superior, hasta llegar al cuadrante abdominal inferior.
EUROPA. – ¿Dijo inquisición doctor?
MÉDICO. – (Ríe e irónicamente responde) Quise decir incisión. Gracias por la corrección.

(Europa pasa el escalpelo y ayuda al médico)

MÉDICO. - ¿Qué es esto? Acércate, Europa, y mira; la beba estaba jugando al ahorcadito en el útero de su madre.
(El médico y Europa miran sorprendidos el vientre de Sud América).
EUROPA. - Tienes razón. ¡Qué tierna! Le gusta tener la soga en el cuello.
MÉDICO. - Mis ojos nunca vieron beba más hermosa.
(Argentina aparece en la escena. Sale debajo de la camilla. Tiene una soga atada a su cintura, la cual la está estrangulando).
EUROPA. – ¿Te parece? Exageras. Es linda, no hermosa. Mira la sangre que baña su cuerpo y el golpe en su cabecita.
MÉDICO. - ¿Qué golpe? No veo alguno.
(Europa bofetea a Argentina para que respire, toma su cabeza y salvajemente la golpea contra la camilla).
EUROPA. – ¿Ahora lo ves?
MÉDICO. – Ahora lo veo. No es un bebé como cualquier otro. Tiene algo especial.
EUROPA. – ¿A qué te refieres? Cuéntame sin vacilar. Para mí es un bebé común y corriente. Ordinario como su madre.
MÉDICO. – Indudablemente es muy especial. No sé explicar por qué, pero siento que está condenada al éxito.

ESCENA CUARTA

(La maestra se para y continúa el relato).

Hicieron todo a su alcance para desprender la niña de Sud América. Horas de forcejeo, tironeo y sudor extenuante. La partera Europa, en sus años de experiencia, nunca se encontró con tanta resistencia. Machacaron el cordón, lo golpearon e intentaron cortarlo con un cuchillo filoso. No hubo caso, el cordón era irrompible a pesar de la amabilidad y de las buenas intenciones aunque, a veces, las buenas intenciones no son suficientes para llevar a cabo el propósito.

(La maestra toma asiento nuevamente).

MÉDICO. - ¿Es necesario seguir bofeteando y golpeando la cabeza del bebé? ¿Qué caso tiene?
EUROPA. - ¡Claro que lo es! Debe entender por la fuerza que América es un cuerpo distinto, separado e independiente. Las bofetadas y los golpes en su cabeza serán recuerdos de nacimiento. Además, el rigor y la obediencia son fundamentales para un sano desarrollo. Hoy es salvaje; con un par de golpes bien puestos, la enderezaremos. Es una breve síntesis de lo que espera por ella. Este método es llamado Fuerza Civilizadora. Es impartido por gente civilizada, como nosotros.
MÉDICO. - Tus palabras son sabias y perfectas, inspiran mis ánimos y erizan mi piel. ¡Déjame golpearla, pues yo también quiero civilizar! La sumisión de su espíritu es necesaria para que los más viejos tomen provecho. Debe enseñársele a no trabajar; respetar a los mayores; no contradecirlos por disparatados que parezcan; buscar un hombre adinerado y poderoso para servirlo; y mendigar préstamos con exageradas usuras.
 EUROPA. - ¡Lo estás haciendo mal! Tienes que tomarla por las piernas y golpearla contundentemente en el borde de la camilla. Busca el filo de los bordes y encontrarás el camino.
MÉDICO. - ¿Así?
(El Médico sigue las instrucciones de Europa. Cada vez golpea más duro a Argentina)
EUROPA. - Un poco más fuerte. ¡Golpéala hasta agotar tu energía! Bien, bien. Dale un poco más de masa. ¡Así! ¡Así! (Se ríe de una manera siniestra; una carcajada fuerte y atemorizante. Cae al piso de tanto reír. Se ahoga con su saliva).
MÉDICO. – ¡Qué placer impartir civilización a los salvajes, educación a los brutos y convencer a los analfabetos del poder de la palabra en la persuasión!
(Sud América les hace seña para que la atiendan).
EUROPA. – Doctor; la sensualidad se apodera de mis manos, el calor enciende mis deseos. Su energía recorre mi cuerpo. Hágame un hijo. Ahora mismo, en el cuarto de oxígeno, usted y yo, mano a mano. Cuarenta y cinco hijos esperan un nuevo hermanito.
(Sud América les hace seña para que la atiendan)
SUD AMÉRICA. - ¿Hola? ¿Siguen ahí? Les cuento: tengo un agujero en la panza, veo sangre brotando como manantial de montaña, y ustedes charlataneando plácidamente. Impunemente civilizan a mi beba. Se seducen mientras desatienden el agujero en mi vientre. ¡No se preocupen por mí! No, para nada, ¡sigan parloteando mientras me desangro!

ESCENA QUINTA

(La maestra se para y continúa el relato).

Forcejearon. Siguieron forcejeando. Luego de forcejear, forcejearon nuevamente. Su plan civilizador se mantuvo constante en la cesárea. América y Argentina eran dos siamesas compartiendo un cordón imposible de cortar. La separación fue muy difícil, rozando lo traumático. Vanos fueron los esfuerzos. La unión parecía inquebrantable e irrompible, generando tensión y ansiedad.
El tiempo de la cesárea había llegado a su fin pues el médico y la partera cobraban por hora y la hora pagada por Sud América había terminado. Tanto aprecio tenía el médico por Sud América que trabajó horas extras para ayudarla a dar a luz. Europa prometió no dejarla sola.

(La maestra toma asiento nuevamente. La secretaria entra a escena indignada).

SECRETARIA. - ¡Detengan la cesárea! ¡Si el cordón umbilical fue cortado, péguenlo con plasticola y devuelvan al engendro de dónde vino!
MÉDICO. - ¡Qué cosas dices! ¡¿Qué escándalo es éste?! ¿Estás loca mujer?
SECRETARIA. - ¡Ojalá fuese locura! Sud América es la loca por haber intentado timarnos, su cheque no tiene fondos.
MÉDICO. - ¡Deshonra peor no pudo pasarme! (Pone su mano en el corazón simulando un dolor).
EUROPA. - No se altere doctor, puede subirle la presión. Propongo sacarla a patadas del hospital, tomar sus pertenencias como forma de pago, ir a su casa y embargar todos los objetos de valor. Seguramente posee joyas, plasma, dvd… nos vamos a llevar hasta la última bombacha.
MÉDICO. - Tus ideas son siempre las mejores Europa. Agradezco a la vida por ponerte a trabajar conmigo. Eres tan sensual… me dieron ganas de hacerte un hijo.
EUROPA. - ¡¿Qué esperas?!
MÉDICO. – Espero que la Secretaria y Sud América abandonen la sala de parto.
SECRETARIA. – (A Sud América) Según lo dispuesto por mis jefes, procedo a quedarme con sus pertenencias. Le pido amablemente el retiro de su cuerpo de nuestro establecimiento. La estaremos visitando a la brevedad para secuestrar sus pertenencias. Le embargaremos su casa, su auto y parte de su sueldo. Pagará tres veces más y con intereses incluidos.
SUD AMÉRICA. - ¿Qué voy a hacer fuera del Hospital? Estoy desnuda, con un gran agujero en la panza y con una hermosa beba estrangulada con el cordón umbilical. ¿Podrían cerrarme el agujero que abrieron en mi vientre por lo menos?
EUROPA. - ¡Deja de decir estupideces! Quisiste pagarnos con un cheque sin fondos. Ahora te pagaremos con indiferencia, es el precio del nacimiento de tu beba. La llamaremos Argentina. Irónico nombre para designar la miseria de tu pago. Argentina es una palabra proveniente del latín que significa plata, contrariamente a lo que posees.
(El médico saca debajo de la camilla una cruz de gran tamaño).
MEDICO. – ¡Que así sea! Yo, Médico cirujano, recibido en la escuela de cirugía llamada “Inquisición”, la bautizo con el nombre de Argentina. ¡Bienvenida al mundo! Ahora, retírense del hospital por favor, antes de que les rompa la cabeza con la cruz.

ACTO TERCERO
ESCENA PRIMERA

(Los alumnos están sentados en las sillas imaginarias. Suena la alarma del reloj. Finaliza el tiempo para el relato del cuento. La maestra se pone nerviosa e improvisa el final para terminar con el relato del cuento).

MAESTRA. - Sud América caminó sin pudor por las calles. Con una mano cubría el agujero en su panza para no desangrarse; con la otra, su otro agujero. Arrastró a Argentina por los adoquines. A golpes e improvisación Argentina aprendió a caminar y a sentirse cómoda con la soga en el cuello. Cuando sentía aburrimiento saltaba la piola con el cordón umbilical o jugaba al elástico con sus amigas. Caminaron errantes por la ciudad sin saber qué hacer con el hueco en el vientre de Sud América y con la mocosa suicida e hiperquinética. Vistieron sus cuerpos con sencilla desnudez y sus almas con profundo dolor. Así fue como vivieron eternamente felices en las calles, limosneando para saldar la deuda, recuperar las cosas que les fueron embargadas, y cerrar el agujero en el vientre de Sud América…Colorín colorado, este cuento se ha terminado ¿Les gustó el cuento?
NIÑO. – Más o menos (Hace puchero. Está indignado).
MAESTRA. - ¿Por qué más o menos?
NIÑO. – Porque no tiene moraleja. A mí me gustan los cuentos con moralejas.
MAESTRA. – (Pensativa. No sabe. Cambia su estado de ánimo hacia la irritabilidad; se desquicia. Inventa la moraleja) La moraleja es: aunque estés caminando en pelotas por las calles con un agujero en la panza y una beba estrangulada saltando la cuerda con el cordón umbilical, puedes ser feliz.
NIÑO. – No me gusta esa moraleja (Hace puchero. Está indignado).
NIÑA. – Yo tengo una moraleja.
NIÑO. – ¿Cuál?
NIÑA. - Nunca bajes los brazos y reclama lo que es tuyo. Duda siempre de la historia eternizada, la naturaleza socializada y evita generalizar particulares, pues la esencia de las cosas necesita más que la vista para ser captada. No vivas aceptando la contradicción sin cuestionar; si vives cuestionando la contradicción, no vivirás. Puedes ser felizmente infeliz o infelizmente feliz; elige la que más te guste, siempre y cuando no dañes a otro.
NIÑO. - ¿La verdad es como el arcoíris?
NIÑA. - ¿Por qué lo dices?
NIÑO. - Necesita de una tormenta y un poco de lucidez para ser apreciada.
(La maestra se enfurece).
MAESTRA. – ¡Ustedes dos! ¡Al rincón! ¡Están castigados! Quebrantaron la principal regla del establecimiento. No pasarán de la salita blanca a la negra ya que sus ideas no coinciden con las de la institución.
(Niños se van al rincón).
MAESTRA. - ¿Alguien más que se atreva a pensar?
(Hacen silencio un momento).
NIÑA. – Señorita, ¿Qué pasó con la Cigüeña?
MAESTRA. – En el cuento no lo dice, pero acompañó siempre a América. No se divorciaron y vivieron felices por siempre.
NIÑO. – Señorita, si todos nacemos de la misma cigüeña, entonces… ¿somos todos hermanos? ¿Para qué tenemos nuestros papás? ¿De adorno? ¿A dónde se va la cigüeña?
(La maestra se pone nerviosa por las preguntas. Se desquicia más).
MAESTRA. – No hagas tantas preguntas. ¡Presta atención! Mamá se casa con papá; llaman a una agencia de cigüeñas; preguntan de tarifas, cuotas, intereses, facilidad de pago; cuando están seguros, pagan a la agencia. La Cigüeña viene con una semillita y se la coloca a tu mamá; en ese momento queda embarazada.
NIÑA. – Señorita, ¿Qué pasa con la cigüeña? ¿A dónde va?
(La maestra se pone más nerviosa. Se desquicia más).
MAESTRA. – La cigüeña queda contratada para siempre por tu familia. Cuando tus padres quieren otros hijos, llaman nuevamente a la misma Cigüeña.
NIÑO. – Señorita, ¿Qué hace la Cigüeña mientras tanto? Porque tiene que esperar mucho tiempo.
MAESTRA. – Eh, eh, eh. Para pasar el tiempo, eh… la Cigüeña se junta con El ratón Pérez, Papá Noel, los Reyes Magos y otros amigos; juegan a las cartas, meriendan, ven películas, salen a bailar, juegan futbol 5. La Cigüeña no se aburre, sabe como divertirse. Ya basta de hablar de la cigüeña. ¿Qué entendieron del cuento?
NIÑO. – Maestra, yo entendí: para ser civilizado tengo que ser golpeado y repartir piñas como caramelos.
NIÑO. – Los brutos son golpeados para corregirse y que el más civilizado se encarga de educar.
MAESTRA. – Muy bien niños, entendieron perfectamente el cuento. Los felicito. Pasarán a la salita negra. Los castigados se quedarán en la salita blanca hasta que aprendan a pensar correctamente. (Hacia sí misma) ¿Qué hora es? Son las 10:01. ¡Me he vuelto a pasar! Es la segunda vez que me pasa, puedo ser castigada. (Hacia los alumnos) Es hora de jugar. Formen fila.

ESCENA SEGUNDA

(La maestra ayuda a los alumnos a formar filas para que lo hagan rápido).

MAESTRA. - ¡Rápido, rápido! Está chueca. ¡Más alineados! Ahora que está todo en orden, podemos comenzar. ¿Están listos?
ALUMNOS. – (Responden todos juntos) Sí señorita.
MAESTRA. - Jugaremos al arroz con leche. Hagan una ronda. Los varones por un lado y las niñas por otro. Tómense las manos. ¡Dije círculo, no óvalo! ¡¿No entienden la diferencia?! ¿Quieren ser castigados?
 (Los niños tomados de las manos forman un círculo y las niñas otro, separado. La maestra camina alrededor de los círculos corroborando que es un círculo prolijo)
 MAESTRA. – Cuando yo les diga comenzamos a cantar. Cuando giren, quiero ver un círculo. No se olvide de guardar la forma, es lo más importante. ¿Están listos?
ALUMNOS. – (Responden todos juntos) Sí señorita.
MAESTRA. – Comiencen. 
Niños. – (Todos juntos) Arroz con leche, me quiero casar, con una señorita de San Nicolás. Que sepa coser, que sepa bordar, que sepa abrir la puerta para ir a jugar.
NIÑAS. – (Todas juntas) Yo soy la viudita del barrio del rey, me quiero casar y no sé con quién. Con este sí, con este no. Con esta señorita me caso yo.
 
(Las niñas eligen una pareja del mismo sexo y se retiran de la escena contentas. La maestra mira sorprendida la retirada de las niñas. Los varones quedan inmóviles, manteniendo el círculo)

 MAESTRA. - ¡¿Qué desacato es este?! Vuelvan o serán castigadas. ¡Vuelvan! ¡Vuelvan! ¡Serán castigadas!

(La maestra entra en crisis, comienza a gritar, rasgarse la ropa, despeinarse y grita repetidamente “vuelvan”. Cada vez más convencida de que no volverán. Se arrodilla y comienza a llorar de los nervios. Levanta la mirada y ve que los niños todavía siguen en ronda, congelados e inmóviles. La maestra se dirige hacia los chicos).

MAESTRA. – Muy bien, muy bien. Los felicito. Ustedes pasarán a la siguiente salita. (Los niños siguen inmóviles y congelados). ¿Me están ignorando? Porque si así es, ustedes también serán castigados. ¿Me oyen? ¡¿Me oyen?! (Empeora la crisis de la maestra). ¡Malditos sean! Se irán al infierno. Nunca llegarán a ser buenas personas, serán burros muertos de hambre. Serán inútiles, inservibles, obsoletos. ¡Qué el estado se apiade de sus almas! (Empeora la crisis de la maestra). ¡Déjenme entrar al círculo! ¡Déjenme!

(La maestra cae al suelo y entra en convulsiones. Finalmente, queda boca arriba con los pies y los brazos suspendidos -como una mosca muerta- con algunos tics de movimientos de piernas, brazos y cabeza)

AGRADECIMIENTOS
Correcciones: Gael Borjesi. Gran amigo y escritor. (www.instantedeluz.com.ar).