jueves, 17 de mayo de 2012

Meli a tijeretazos


Aquí es donde los 26 y Melina se amigan, salen de paseo por la vida: sonriendo, soñando, apostando, creyendo... salen de paseo para jugar a las escondidas y a las encontradas... a las correteadas y a las acostadas…
El sol y toda una legión de almas con cuerpos acompañan su recorrido…. Aquí es donde sus orejas abrazan… aquí es donde muchos se amparan debajo de sus alas y, escuchan el latido del costadito…

Ojos bananoides que hacen juego con los agujeritos en sus mejillas, su sonrisa hipnótica y el perfume carismático rellena cualquier desconfianza ajena. El pin de la vida y la defensa del vulnerable adornan su ropa…

Abrazos de cristal en sus bolsillos por las dudas alguien los requiera… repartidos como caramelos…

 Mirada con flores de arcoiris…

espíritu con alma de topadora…

cuando ella está, se nota…

Alta, flaca, rubia, linda, carismática por naturaleza… fuerte, sólida, compañera, solidaria por elección…

Ríen los mates en sus manos y ella también. Charlas, secretos, confesiones… todo tiene sabor a yerba amarga, dulce. Agua cálida hidrata el esófago y el corazón se pone contento…

Los que la conocen la aprecian, los que la aprecian la quieren y los que la quieren llegan a amarla… en degradé ascendente…

Los que la detestan la respetan. Y, aún, lo que la detestan algún día la necesitan, la reconocen… la aprecian…

Todavía hay más para conocer… espero poder hacerlo…

La recorté y la estampillé en este coso escueto de letras que tratan de decir algo… que tratan de hacer saber algo de alguien importante en mis días, en mis noches…  en mi bestialidad cavernaria, en mi incomprensión obtusa, en mi finitud humana, en mi incompletud existencial…

Aquí estás. Recortada para ser leída….


Aquí estoy.

 y aunque tenga la regla del no creer en el para siempre y en la felicidad. Vas a ser la excepción de la regla…

Te amo con toda mi alma

sábado, 7 de abril de 2012

Sublime



Te creé porque necesitaba creer en el algún día; te hice a imagen y semejanza mía, pero sin vicios, a esos los guardé para mí. En la figura perfecta hermosa ilusoria escondí mis miedos y con el pincel más berreta del mundo te bosquejé: sin brazos, sin cuerpo… sin las necesidades mundanas, sin  pecado. Te inventé para ser defendido y le pegues a la injusticia como nadie le pegó, para que respeten a los indefensos granitos de sal…

Tan hermoso, tan sublime, tan perfecto, tan… que me olvido del pasto, del piso, tan... que me incluí en el bosquejo pasivo; porque nada se puede hacer cuando estás aquí: imaginado, inmortalizado, poderoso… pero pasivo; rascándote las pelotas a dos manos, sacándote las pelusas del ombligo y jugando a la pulseada china con tus dos manos…

Crayones gastados por remarcar las líneas borroneadas en los dolores silvestres: miseria humana, sensación de inseguridad que nos muestra la televisión, vecinos que miran poco y hablan mucho, vecinos que miran mucho y hablan poco…

Tan idealizado, tan hermoso, tan perfecto…
Un jarrón de oferta para adornarse la conciencia moral…
Un ingeniero nuclear tejiendo a crochet…
Una tabla de picar carne para golpearse el pecho…
Una licuadora para triturar a los demás…
Una paja de mancos…

Así era mi dibujito acrayonado…
Una imagen perfecta en el papel de mis fantasías…
Un garabato inútil en lo pragmático…
Una nube de pedo que viene a castigar a los malos, salvar a los buenos pero… nunca viene, y más de uno: se murió esperando, se cansó de esperar, lo mataron por esperar o mató a los que no esperaron….
Así era mi dibujito mal pintado… la pistola de algunos, la razón de vivir de muchos, el odio de otros…. una cruz en el cuello, en la espalda, en los genitales, en el alma, en la boca, en la frente, en el culo…
Así estoy yo… acrayonándome también, con el dibujo en la cabeza, sosteniéndolo desde el alma… y, odiándolo de a ratitos, defendiéndolo en otros, agradeciéndole siempre y amándolo a veces…
Así estoy yo… conociéndome para pintarte mejor…
Aquí estoy, muriéndome de ganas por dejarle la pasividad al dibujito y ser yo el activo…
Aquí estoy, ofreciéndome de a pedazos para llegar a la libertad…
Aquí estoy, muriéndome de ganas por ser

domingo, 1 de abril de 2012

Ladrillos de papel


                              
De la puerta para afuera Narciso apuñalado. Adormecido, ultrajado, herido, se recostó como un pancho cualquiera que busca lo inencontrable, lo imposible, lo ininventable, lo inimaginable, lo inexplicable; como un pancho cualquiera que le busca fondo a un anillo.

Como siempre, la sorpresa lo sorprendió mal peinado para el casorio.

Tres cerros de amarga aca comió de multa, un vaso de cerveza tomó para no raspar su gargantita, una lágrima de leche con algunas caricias fantasmas. Trató de beberse cualquier compañía para coser las botamangas del pantalón que le quedaba 3 talles más grande... ¿y todo eso para qué? todo para que el fracaso le chupe el huevo derecho, un foco de bajo consumo y el poni rosa al que había ensillado con tanto cuidado...

Todo volvió al mismo punto en el que se echa el perro: un corazón de sístoles y diástoles latiendo como siempre, sin fisuras, alegrías, tristezas, sonrojos, sonrisas; un corazón a secas, como el de cualquier ser humano; un corazón biologizado y deshumanizado...

Ojos sin miradas, sonrisas arrugadas...

Es que tanto buscar en el fondo del anillo las desilusiones no tardan en llegar.
Los anillos no tienen fondo, la ilusión sí. Así es como todo trastabilla y viene la inseguridad a cobrarle el alquiler del bienestar...

Porque la seguridad es calma aburguesada, una chispa que puede apagarse, fugarse y abandonarlo en bolas en la oscuridad.... Y es que la seguridad la construyó cuando todo estaba en su lugar, por eso hay brisas que le derriban las paredes de cartón, ladrillos de papel y, a la mierda la ilusión y los firuletes que adornaba la desilusión.

¡Y sí! la realidad lo visita de vez en cuando, y siempre lo agarra mal parado.

Esa brisa de desilusión es la que apuñala a Narciso y lo deja de la puerta para afuera, deja el alma desnuda con la mano en el bolsillo, haciendo duelos por cascarones rotos, pollitos desplumados y, fundamentalmente, por el frío de hospedar la inseguridad con Narciso: apuñalado, adormecido, ultrajado, herido de la puerta para afuera...

domingo, 25 de marzo de 2012


Sostenido de la uña del dedo gordo con un piolín de barrilete, me remonto hasta lo más desconocido de tu cuerpo, hasta el recuerdo de tus conocidos. Te construyo, te tallo, te  modelo, te imagino. Te hago mío por anécdotas, de los que te conocían, por los porta retratos de la mesita de la cocina y por los 24 de marzo.

Nos remontamos porque somos uno, desde la uña del dedo gordo del pie de la identidad al no olvido, al no perdón…

jueves, 26 de enero de 2012

Naranja- piedra


Salió preocupado. El sol partiría cualquier sandía en forma de cabeza y deshidrataría: abrazos, miradas y cualquier intento de exhibir amor en público. Salió, con un mensaje de texto, lágrimas colgando de sus ojos.

Transpiró, con el perro al lado y el celular pegado a su oreja para escucharla. Cada palabra, rascaba la comesón de su alma con un rastrillo filoso. A machetazos esculpió angustia, a gritos aprendió a callar y con un poquito de complicidad del destino jugó a las escondidas con el resto del mundo. Se escondió donde nadie iba a encontrarlo, dentro de él mismo.

Salió a comprar naranja y volvió con piedras, culpa hasta los tobillos y tierra en la uñas. Volvió porque tenía que volver, si por él fuera, hubiera tomado el tinto de la familia para ausentarse un ratito y le duela menos el sol. Prefirió la sobriedad, o mejor dicho, prefirió no estar en pedo; porque no era una persona sobria.

Se pechó una siestita en el piso mal barrido. Soñó que estaba soñando y se mentía no pensar. Fue una siesta larga, como de aquí hasta Tucumán, de ida, sin vuelta. Fue el sueño más embustero que haya dormido.

¿Y las naranjas? No importaban ya… No sé si algo tenía importancia, por lo menos eso creía. Esa tarde: cayeron conejos de los cielos haciéndose mierda en el asfalto hervido, mientras ella tocaba fondo y los corazones mal dibujados se resquebrajaban, las sonrisas-mariposas se ahogaban en la lluvia, y La falta se convertía en paradigma.

Cubiertos en las manos, servilleta en el pescuezo,  el vaso medio vacío, por no decir del casi todo medio vacío ¡y a morfar se ha dicho!

                                                             ¿Cuál era el menú?

                                                                         Entrada: aire
                                                           Plato principal: piedras al plato
                                                                        Postre: más aire.

Masticaba la piedra, desgranaba sus dientes y se sintió sólo.

                                                                          ¿Por qué?

                                                                Porque eso sienten los que quieren comprar naranjas tanjarinas en verano, porque las piedras no son sabrosas en esa estación…
                                          Porque enero no se toma vacaciones, y el calor, el ocio, la distancia y los desentendidos tampoco...

¿Y la culpa?
No sé… Eso es algo que él y, sólo él sabe…