domingo, 25 de marzo de 2012


Sostenido de la uña del dedo gordo con un piolín de barrilete, me remonto hasta lo más desconocido de tu cuerpo, hasta el recuerdo de tus conocidos. Te construyo, te tallo, te  modelo, te imagino. Te hago mío por anécdotas, de los que te conocían, por los porta retratos de la mesita de la cocina y por los 24 de marzo.

Nos remontamos porque somos uno, desde la uña del dedo gordo del pie de la identidad al no olvido, al no perdón…